Música / Orden a la Guardia Civil para que investigue la filtración a EL MUNDO

Patrimonio llama a luthiers de fuera

Los profesionales españoles están indignados ya que se ofrecieron a colaborar desinteresadamente para arreglar el instrumento que se rompió en Palacio

El instrumento roto en el Palacio Real. / PATRIMONIO NACIONAL

Patrimonio Nacional ha convocado a los que considera los «tres mejores luthiers del mundo» para hacer un informe sobre los destrozos que sufrió un violonchelo Stradivarius que se rompió durante una sesión fotográfica el pasado 13 de abril.

En un principio, Patrimonio Nacional consideró que el Stradivarius que se rompió se podía «arreglar fácilmente», según el primer informe realizado por la dirección de Conservación de Bienes Histórico-Artísticos.

El accidente se produjo cuando un luthier logró, después de muchas peticiones a Patrimonio Nacional, y por mediación de la Casa Real, realizar un estudio sobre el famoso cuarteto. Cuando se estaba fotografiando el violonchelo del cuarteto, la pieza más valiosa de la colección, se cayó al suelo desde una mesa de fotografía y se partió el mástil.

Sin embargo, el arreglo no debe ser tan fácil cuando Patrimonio Nacional ha convocado a los que considera los tres mejores luthiers del mundo para que, después de ver el instrumento, emitan un informe para arreglarlo. Patrimonio confirmó el pasado viernes que uno de estos profesionales ya ha entregado su informe.

Esta medida ha provocado la indignación de los miembros de la Asociación Española de Luthiers y Arqueros Profesionales. Esta asociación, nada más conocer que se había fracturado el instrumento, hizo pública su propuesta de ayudar a restaurar el violonchelo. «Nosotros hemos estudiado en las mismas escuelas que los luthiers que han llamado, no entendemos por qué desprecian nuestro ofrecimiento desinteresado», afirmó un portavoz de esta asociación de profesionales.

Por otra parte, la dirección de Patrimonio Nacional ha ordenado a la dirección de Seguridad de la Guardia Civil que investigue quién contó a este periódico el «accidente» del instrumento.

Personas que trabajan en Palacio indicaron que a pesar del régimen preconstitucional que rige en la casa, «que seguro que los Reyes desconocen», el sindicato USO se ha atrevido a hacer un comunicado sobre el incidente del Stradivarius.

El sindicato dice que en «en esta entidad, impera un silencio y un hermetismo que se ha impuesto desde las altas instancias, donde nadie se atreve ni a mentar el tema, con tal de no sufrir las consecuencias en sus condiciones de trabajo».

«Nadie quiere hablar del caso. La versión oficial -añaden-, o mejor dicho, el informe oficial se redactó, se forzó -dicen- y se remachó, dejándolo todo 'atado y bien atado'. Al parecer la señora gerente ha aceptado tal versión oficial sin rechistar, y haciéndola suya sin investigar nada, sin hablar con todos los que estaban presentes, sin interesarse por qué se había autorizado el estudio de los instrumentos, a quién, por quién y para qué -repetimos, parece ser-. La conclusión acordada: 'Que no ha existido negligencia alguna', que 'le podía haber pasado a cualquiera'. Cierto, pero a los que llevamos algunos años en este Palacio también se nos viene a la mente otra conclusión: y es '¿por qué hasta ahora nunca había ocurrido?'».